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Colombia: “¡Qué lío no ser reconocido!”

Radios escolares en Colombia: un camino al mundo de los jóvenes (IV).
Migración a la radio on-line
Foto: Archivo particular
Por: Juan Pablo Ferro

24 Feb 2010 - 10:21 pm

 

Se calcula que en Colombia existen aproximadamente 4.900 radios escolares. Algunas de ellas ya se han trasladado a la web.
 

Con la adopción del estándar de televisión digital terrestre se anuncia una reorganización del espectro electromagnético en Colombia. Algunos han calculado que así se liberará "hasta el 80 por ciento del mismo", lo cual plantea un escenario en el que las radios escolares deberían salir fortalecidas. El camino inmediato para ellas, aseguran los expertos, es utilizar al máximo la web. La puja en el gobierno.

Nadie sabe con exactitud cuántas radios escolares hay en Colombia. Luis Antonio Torrado, asesor del Ministerio de Educación Nacional en uso pedagógico de medios, asegura que llegan a 4900.  Pero el número, año tras año, varía. No sólo porque las radios prefieren no hacer pública su existencia -en más de una oportunidad las autoridades han confiscado los equipos-, sino porque su subsistencia está débilmente garantizada, por no decir que no está garantizada. "Nuestra experiencia habla de alta mortalidad de esfuerzos", señala un experto en comunicaciones.

Y para analizar lo que ocurre hay razones que se esgrimen con frecuencia: a las emisoras escolares "casi les toca defenderse solas y no están reconocidas por la ley". De esta forma, es poco probable que exista un reconocimiento institucional sobre su importancia, con ciertas excepciones. Algunas emisoras tienen una  trayectoria de más de 5 y hasta de más de 10 años; otras funcionan por goma y la mayoría apenas posee un par de bafles, parlantes y una consola conectada a un viejo computador que, por lo general, han conseguido gracias a rifas, bazares, donaciones y, a veces, por decisión de políticas educativas de las secretarías de Educación. "El verdadero problema de la radio escolar es lo efímero de los grupos que la hacen, sostiene el profesor Bernardo Garzón; puede ser que los estudiantes estén un mes y de pronto les da por retirarse".

Lo que uno encuentra, explica Torrado, es que son radios creadas de modo autónomo por un grupo de muchachos y de maestros, con unas motivaciones bien diversas que van desde la posibilidad de expresión, pasando por argumentos pedagógicos y de proyecto educativo institucional, hasta aquello de "abrir espacios de discusión y comunicación de los muchachos, dentro de la misma institución y con la sociedad".

Para el investigador de la Universidad Nacional José Gregorio Rodríguez, "el (verdadero) drama de las emisoras escolares es no ser reconocidas"; apreciación que complementa de la siguiente manera un representante de una emisora comunitaria del Tolima: "se trata de un trabajo sin reconocimiento social" a pesar de que, como lo afirma la profesora e investigadora Silvia Buitrago, "la radio juega un papel central en la conformación de imaginarios, actitudes y procesos de participación ciudadana". "Y en la formación de ciudadanía", añade el profesor universitario Omar Rincón.

Paradójicamente, de acuerdo con la ley colombiana, todas las emisoras escolares son ilegales, "pero si se asocian con las radios comunitarias dejan de serlo". César Torres, cabeza de la Dirección de Acceso de Desarrollo Social del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, anota que: "son ilegales en el espectro, pero si articulan su proyecto a la web, tampoco hay problema".

Asimismo, sostiene que el posible enlace con las radios comunitarias va marchando: "Cerramos el 2009 con posibilidades de radio comunitaria para 159 municipios más; sobre ese número, a la licitación llegaron 100 propuestas de 75 municipios. Ya estamos en aquellos municipios con 5000 o menos habitantes. A finales de 2009 se tenían habilitados (con posibilidad de radio comunitaria), 720 de los 1023 municipios colombianos, lo que da  75% de cobertura". Y eso debería hacer más fácil el camino para la existencia de las radios escolares.

"Lo que creemos, añade el funcionario del Ministerio, es que las emisoras escolares deben buscar un mecanismo para ser sostenibles y no cortoplacistas. Y esto implica compromiso de los docentes, de las asociaciones de padres de familia, de los directivos y, obviamente, un proyecto pedagógico que comprometa a los muchachos… que sea extramuros. No queremos formalizar lo irregular sino que nazcan proyectos. Hay que buscarles espacios reales a los colegios, estudiantes y profesores en la radio comunitaria", algo en lo que trabaja el Ministerio de Cultura. Según este argumento, "eso conllevaría al fortalecimiento de las radios comunitarias grandes, a tal punto que podrían llegar a superar en audiencia a las comerciales y tendríamos una nueva realidad de tejido social".  El suculento plato está conformado por cerca de 8 millones de estudiantes y 14 millones de padres, madres de familia o acudientes.

Salidas comunitarias y escolares

Propuesta, ilusión o verdad, en la práctica y con ese mecanismo de enlazarse a las comunitarias y ciudadanas se cumple -parcialmente- una función social que conecta a la escuela con el entorno, y les abre a los jóvenes ciertos espacios en la sociedad, en lo local y hasta en lo regional. 

 "Aló… Sí, habla con Eder López de Custodia Estéreo 102.1 FM, emisora escolar comunitaria del Instituto Integrado Custodio García Rovira, de Puerto Inírida, Guainía, Colombia. Doctor, espéreme un momentito que tengo que dar un mensaje por la emisora: 'Se encontró un llavero en el barrio La Primavera, interesados dirigirse al estudio de la emisora…'. Y enseguida: 'Gensa anuncia que suspenderá el servicio eléctrico durante tres días, cuatro horas diarias'.

Cuando el estudiante de décimo grado vuelve al teléfono, afirma: "Así como hace algunos meses llegó la luz durante 24 horas para Puerto Inírida, Custodia fue la primera emisora de la localidad y eso le ha dado éxito". Esta unión comunitaria y escolar cubre todo el casco urbano. Son espacios de participación y convivencia responsable, agrega Guillermo Pérez, cabeza de la emisora, en entrevista con la periodista Clemencia Rodríguez.

Otro ejemplo está en Dosquebradas, Risaralda, en donde un proyecto pedagógico de carácter ambiental, "empieza a eliminar barreras entre el colegio privado y las personas con menores recursos; es un encuentro social", afirma César Torres del Ministerio de las TIC.

También está el caso en el que la radio de la población se ubica dentro del colegio, comenta Mauricio Romero del Gimnasio del Norte. "Al salir de la misma aula, se convierte en la emisora del pueblo; se dan, pues, relaciones muy cercanas con la sociedad, por ejemplo, entre el tendero y lo que se está haciendo con la emisora escolar. Eso condiciona y conecta la función social con el medio escolar".

A partir del trabajo con radios ciudadanas, sostiene un miembro del Ministerio de Cultura, hemos visto que muchos docentes que hacen parte de la emisora comunitaria o de los colectivos de radio ciudadana, empiezan a vincular su trabajo en estas radios con el de la escuela. Además, muchos jóvenes quieren empezar a trabajar en proyectos de emisora escolar en sus colegios.

Ese deseo ha sido canalizado en La Cometa Estéreo, de San Gil, departamento de Santander, en donde han definido comunicación y educación como un eje central. Fernando Tibaduiza Araque, representante de la Asociación Radio Comunitaria La Cometa, explica que hay colectivos de comunicación juvenil e infantil  en los municipios de San Gil, Mogotes, Vélez, Contratación y Barichara. "A los muchachos se les da formación y luego pueden entrar a la emisora. Salen al aire (en la comunitaria) los sábados, con los programas Sin Frecuencia, Cometines y Guanen City, en los que se tocan las agendas de los colegios y se pasan temas musicales, entre otros. Como la radio comunitaria tiene legitimidad, se hacen convenios para que los colegios inserten y amplifiquen programas en ese entorno. Inclusive toma parte la Asociación de Padres".

"Estábamos haciendo media hora con jóvenes sobre esos niños que cantan vallenatos y hacen videos, Los Pirulitos y Los Diablitos", declara Guillermo Pérez, de Custodia Estéreo. "Y en la otra media hora estuvieron Cuchos y Cuchas (padres y madres), y lo que se dio ese día fue un diálogo inter-generacional bacanísimo en torno al vallenato". La radio sirvió "para dinamizar rollos".

Marta Isabel Martínez Gamboa, directora ejecutiva de la red Radar y coordinadora de 31 radios ciudadanas en Norte de Santander, asegura que "la radio ciudadana puede ser una herramienta pedagógica para apoyar a las instituciones: dictamos talleres de producción, llevamos equipos (computador, etc.), se escogen efectos y luego les proponemos que los pongan en las emisoras escolares", explica. Con los estudiantes hacen ejercicios para que desde su cotidianidad realicen prácticas adecuadas y construyan sus historias. Son ejemplos, Sardinata y el trabajo con Reporteritos de Paz, o Villa del Rosario y la prevención de drogas, y "lo que me contaba mi abuelo".

"Hay que crear nuevos escenarios de diálogos con las nuevas generaciones y volver el conocimiento aplicable a la cotidianidad", concluye César Torres del Ministerio de las TIC. 

En defensa de las cuatro paredes

Si bien esta unión con otras radios abre una puerta al contacto de la población joven con la sociedad, también es importante que funcione en su ámbito "de las cuatro paredes de la institución". Para la muestra, este ejemplo que narra la  docente bogotana Carolina Rodríguez: Un señor que se pensionó como policía vino a hacer al colegio unas campañas de prevención en consumo de alucinógenos y eso nos impulsó el trabajo de proyectos; también con el Hospital Rafael Uribe Uribe se realizaron programas de educación sexual pues en 2006 se venía presentando demasiado embarazo en las niñas". Y todo se transmitió por la emisora del colegio.

"En sus propias comunidades", argumenta la cabeza del área de medios del Gimnasio Moderno, "las emisoras escolares han encontrado un espacio de expresión, interacción, discusión, reflexión y comunicación". A lo que se suma Torrado, del Ministerio de Educación, cuando asegura que las radios escolares reconstruyen tejido social y la imagen de los mismos jóvenes en las comunidades y entre sí, con sus expresiones y preocupaciones. Además, "la clara cercanía que se da entre realizador y audiencia permite generar y promover espacios de participación saludable", reafirma la investigadora Silvia Buitrago.

Igualmente, las radios construyen identidad, reconocimiento del entorno, valores de trabajo en equipo, sirven para el crecimiento personal y como veeduría y desarrollo de procesos educativos. "En Guaviare, por ejemplo, la Secretaría está tratando de montar una red de radios escolares para informarle a los maestros que vayan a cobrar el sueldo", explica Torrado.

En una encuesta aplicada en uno de los colegios de Neiva, departamento de Huila, los estudiantes argumentan que la radio escolar, a diferencia de la comercial -cuestionada por muchos de los entrevistados dado el tipo de mensajes y anti-valores que promueve-, "les ha permitido querer el colegio, expresar sus propias ideas, darse consejos e información entre ellos y ser mucho más creativos". "Quieren narrar y contar su propia experiencia; les gusta escribir y leer su historia", complementa Marta Isabel Martínez.

"Para mí, asegura de Irisarri, la meta que tiene la sociedad es abrir estos espacios (de las radios escolares), pero no para que alguien se exprese sino para entender lo que ocurre; la sociedad tiene que permitir que los jóvenes sean, y comprender por qué son así". "Cuando les enseño, siempre les digo que tengan en cuenta la audiencia, declara Bernardo Garzón; '¿Cuál es?' me preguntan, a lo que les respondo: Ustedes mismos".  "Para los jóvenes, la radio escolar no se estudia, se vive", asegura la investigadora Jaqueline García.

En Colombia no hay un espacio para las radios escolares, sostiene con vehemencia de Irisarri. Y aunque varios coinciden en ello, también aseguran que la radio debe existir -"lo peor es que eso no ocurra"- como una posibilidad presente y "para  aprovechar su utilidad". "Con sólo que nos toquen a la puerta, afirma un estudiante cartagenero, sabemos que nuestra radio existe". Y no importa que no tengan los equipos adecuados.

La profesora García lo pone en estos términos: "es un escenario vital para que lo jóvenes afinen sus discursos y enfoques, sus formas de expresión, visiones del mundo e identidad, desarrollen diversas habilidades y generen espacios de encuentro e intercambio".

"Y hay que dejar que los jóvenes hablen y digan lo que quieran", añade de Irisarri.  En el Colegio Gabriel García Márquez, de Medellín, departamento de Antioquia, "los muchachos son dueños de la Emisora Cotejar; alguna vez, cuando le metieron adultos, los jóvenes se cohibieron". "El colegio debe entregar el espacio radial, pues de lo contrario los estudiantes van a sentir que les quieren imponer una persona que controla lo que dicen, y lo que ellos desean es elaborar sus propias agendas", añade un docente.

Para uno de los estudiantes entrevistados, el tema es que "a los jóvenes nos están mostrando como problema"; pero no se han dado cuenta de que "ellos tienen liderazgo", complementa un miembro del Ministerio de Cultura. "Los jóvenes tienen causas por defender", asegura Alejandro Flórez, de la Presidencia de la República. "Hay que construir con ellos, y un uso intencionado de la comunicación ayuda a dar sentidos".

Según Luis Torrado, del Ministerio de Educación, un camino es buscar que lo propuesto en la radio escolar sea socializado y esté vinculado a la región, y que las emisoras se anclen a los planes de trabajo de las instituciones educativas. Algo que resume de Irissari al responder por el sentido que le quiere dar el colegio a su emisora: "Contribuir con los procesos formativos y pedagógicos de los estudiantes; aportarle a cada muchacho en su vida, como persona y como ser humano… Y la emisora debe ser para la comunidad del colegio, porque es a quien le interesa".

De la radio cerrada a la radio abierta en la web

El argumento de la radio para la comunidad del colegio no va en contravía de un fenómeno cada vez más común: el de las radios escolares en la web.

"En los colegios ya se empieza a desarrollar mucho el eje de comunicación como una alternativa del proyecto educativo y se ven ejemplos de radio on-line", asegura Torrado, del Ministerio de Educación. "Hace seis años estamos transmitiendo por Internet las 24 horas, con muy buen sonido y buena calidad", afirma de Irisarri de la emisora del Gimnasio Moderno. Ejemplos de ese estilo también se dan en los encuentros anuales organizados por el Gimnasio del Norte, en los que toman parte no sólo radios de colegios privados y públicos de Colombia, sino que se enlazan con varios países. Y ahí la web es fundamental. La radio en Internet abrió otra lógica para la radio escolar.

Necesitamos ir a la radio on-line con toda nuestra historia radiofónica, sostiene el reconocido investigador de la comunicación Daniel Prieto. "Hemos llegado a un momento de cambio complejo: de la radio en general a las nuevas radios digitales, concebidas no por la técnica sino por la innovación de los contenidos y los servicios que permiten desarrollar", afirma Perla Olivia Rodríguez, subdirectora de Producción y Programación de Radio Educación, de México.

Y entonces surge la pregunta por la conectividad. César Torres, del Ministerio de las TIC, asegura que "hay conectividad en el 54% de los colegios públicos (aproximadamente 12700). Estamos llegando a 23 muchachos por computador a nivel nacional". Y bueno es decir, también, que no siempre la conectividad está al servicio de los jóvenes cuando ellos lo requieren y que las audiencias son menores en la radio on-line.

Y Torres añade: "Tenemos casos en los que los chicos hacen la web del colegio -los costos no son altos- y cuelgan allí su radio; eso lo saludamos ya  que, entre otras, hala a los profesores a que entren al siglo XXI. Ahora ellos saben que tienen que desarrollar contenidos y comunicarse con sus estudiantes no solo en los cuarenta y cinco minutos de la clase sino, a la vez, en lo asincrónico, atemporal y multitemporal".
 
A propósito, Romero narra una anécdota sencilla: "Cuando empezamos a emitir la radio en el recreo por Internet, llegó un pelado de once años y me dijo: 'Profe, ¿están transmitiendo?'. Y le contesto: se ha caído el servidor… 'Es que mi papá está en Perú escuchando'. En ese diálogo posible con la comunidad educativa hay un cambio rotundo". Además, "los muchachos cada vez oyen menos radio comercial y se conectan más por Internet".

La Radiola Juvenil.com (www.lardiolajuvenil.com), en donde se presentan cinco radios escolares de cinco instituciones y diferentes municipios del departamento de Huila, es un buen ejemplo de trabajo en la web que "sintoniza generaciones al ritmo de la comunicación", y convoca a las instituciones educativas en una labor conjunta con practicantes de la universidad. Igualmente Audio-arte, del colegio San Agustín, en Bogotá, es otra muestra de emisora en la web que parte de un proyecto conjunto de emisoras en red, en el que participan varias instituciones y sus estudiantes (más información en proyectémonos o http://www.karisma.org.co).

Una mirada nacional deja ver otros ejemplos de trabajo en red, como el de los colectivos de radios escolares del Valle del Guamuez, departamento de Putumayo, que comparten pregrabados de los muchachos -algunos de ellos indígenas-, alrededor de temas como "las instalaciones militares al lado de las instituciones educativas, la utilización de las aulas de clase por parte del Ejército para acampar y el conflicto de frontera", de acuerdo con Liverman Rengifo, de la emisora comunitaria Ocaína Estéreo de Puerto Caicedo, 93.3 FM, eje del trabajo. O la labor de conexión entre localidades, maestros e  instituciones que impulsa la Red de Emisoras Alternativas del Territorio Sur de Bogotá (REATS), y el ejercicio realizado entre los años 2004 y 2006, en el sector rural, en el departamento de Cundinamarca, que se propuso "crear una red de trabajo entre docentes -sobre todo de Sociales y Comunicación-, utilizando otra  metodología (los medios y las radios), y teniendo en cuenta a las Normales (en donde se forman los docentes)", según explicación de Jaime Chitiva, de la Secretaría de Educación Departamental.

Igualmente universidades como la de Córdoba y el  Grupo Edupmedia, o la Surcolombiana, de Neiva, procuran trabajar con la Secretaría de Educación respectiva, formar muchachos y crear redes aprovechando su saber comunicativo. Y grupos o fundaciones como Ikeima, en el departamento de Tolima, o La Tuátara, en el departamento de Cauca, convocan la formación de redes y encuentros entre radios, para  desarrollar herramientas básicas, promover el reconocimiento entre colegios y sus radios con las comunitarias y ciudadanas, y recircular productos radiofónicos.

"Las reuniones de radios escolares impulsan a los muchachos a pedir más", declara Carolina Rodríguez, hoy docente en la institución oficial María Montessori de Bogotá. A lo que se suma el concepto del maestro Bernardo Garzón, de Popayán, quien asegura "que lo único que ha hecho evolucionar la radio escolar son los encuentros nacionales y locales, de colectivos y con participación de los profesores".

"Los estudiantes tienen la opción de crear el proyecto de radio escolar en sus instituciones", siempre y cuando "lo vinculen a un plan estratégico regional", afirma Luis Torrado, del Ministerio de Educación Nacional. "El tema de la radio escolar es una gran oportunidad en el mejoramiento de la calidad de la educación dentro de las instituciones escolares, y eso lo deberían recoger y reconocer las Secretarías dentro de su asignación de recursos".

Una población como la juvenil, que es mayoría entre los colombianos, quiere decir una cantidad de cosas alrededor de sí mismas, su futuro y el país, temáticas en su mayoría vedadas en las radios comerciales o de difícil promoción en las comunitarias y ciudadanas. La pregunta entonces es: ¿Eso no hace parte del proceso educativo? A lo que responde Torrado: "Hace parte y además está concentrado en la institución y en los planes para mejorar el uso de medios y las TIC y su fomento entre los docentes, la dotación para la radio, la mejora de contenidos y la búsqueda de la calidad educativa. Una salida es recogerlo de manera compartida en un acuerdo interministerial: comunicación, cultura y educación", asegura.

Coyuntura para formar ciudadanos

El pasado mes de octubre, como apertura al Foro Educativo Nacional, la ministra de Educación, Cecilia María Vélez, le pidió públicamente al Presidente de la República que le ayudara a sacar adelante el proyecto para impulsar las radios escolares. Uribe Vélez, en un acto muy característico de su forma de gobernar, tomó el celular y dicen que llamó a la entonces ministra de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones, María del Rosario Guerra. Hasta ahora no se sabe lo que hablaron, pero lo interesante es que, sin querer queriendo, o queriendo tal vez, se ha abierto un espacio para las radios escolares, que podría significar lo que enunció como un ideal Guillermo Pérez, de Custodia Estéreo, de Puerto Inírida: "Necesitamos ESPACIOS de comunicación y MEDIOS de participación".

Según expertos consultados, la oportunidad parece servida y parte de dos situaciones. La primera: con la adopción de la Ley de TIC se derogó la regulación sobre radio; y la segunda, al adoptarse el estándar de televisión digital terrestre, se ha anunciado una reorganización del espectro electromagnético que podría significar la liberación del 80 por ciento del mismo. Eso plantea un escenario en el que las radios escolares podrían salir fortalecidas.

El Estado debe legislar sobre las radios escolares, asegura un estudioso del asunto. Con más radios escolares, "nos veríamos obligados a escuchar las voces de los jóvenes; al florecer estas emisoras, habría otras perspectivas y más aportes sobre la realidad; otros temas sobre la agenda y otras voces opinando sobre lo que está pasando". A lo que cabría agregar esta reflexión de la estudiosa de la radio y la comunicación Janine Elgazi, sobre la Constitución del 91: ella expresó de manera clara, mediante conceptos sencillos y tal vez por eso fuertes y de rápida asimilación, la noción fundamental del tránsito de una democracia representativa a una democracia participativa como meta. Así se promovería la participación ciudadana directa en los ámbitos públicos.

Al impulsar la formación política, afirma un miembro del área de Comunicaciones del Ministerio de Cultura, la radio escolar les da la posibilidad a los estudiantes de pensarse como ciudadanos; les enseña que es importante participar y por qué deben hacerlo. "Estoy absolutamente convencido de que los medios escolares son una herramienta formativa impresionante de acción política,  y un colegio que tenga medios escolares está preparando jóvenes  con competencias comunicativas para la vida", añade Mauricio Romero, del Gimnasio del Norte.

"Los muchachos, su vida, sus intereses y su futuro son un punto ideal de partida para la creación de políticas de comunicación dirigidas al desarrollo integral de la población", subraya Silvia Buitrago. "La radio escolar no ha sido suficientemente valorada como un instrumento en el ámbito educativo y escolar", añade un investigador de la comunicación. "Su verdadera importancia  es que está enseñando a los jóvenes a expresarse y a empoderarse de la palabra".

Necesitamos que todos puedan comunicar… legalmente, afirma Omar Rincón.
Las radios escolares deben existir, además, porque "el derecho a la comunicación obliga al Estado a promover la comunicación de sus ciudadanos" y, sobre todo, "porque hay que ampliar la esfera pública y convertir a los jóvenes en ciudadanos".

Juan Pablo Ferro | EL ESPECTADOR

 

Fuente: http://www.elespectador.com/impreso/articuloimpreso189689-lio-no-ser-reconocido

Via Yimber Gaviria, Colombia

   
 

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