Por: CARLOS RESTREPO |28 de Febrero del 2014
La emisora cultural bogotana HJUT celebra su aniversario con una página web renovada.
Fue gracias a una conversación casual entre los gestores culturales Fernando Gómez Agudelo, directivo de RTI, y el educador Jaime Pinzón López que cobró vida la emisora HJUT, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, que este año celebra 30 años de funcionamiento, aniversario que coincide con los 60 del plantel educativo.
Si bien el Gobierno autorizó la licencia de funcionamiento de esa estación radial en 1982, fue solo hasta 1984 cuando la emisora comenzó a operar de manera formal, luego del proceso de montaje y pruebas de emisión un año antes. A partir de ese momento, la HJUT se convirtió en ese nuevo “instrumento cultural”, que soñaron sus creadores, para el centro de la capital, que luego se extendió al resto de la ciudad, destaca Fernando Toledo, su actual director.
“Yo creo que la emisora recoge una extraordinaria tradición de gran radio cultural de Bogotá, que se ha ido perdiendo no obstante. Justamente la HJUT es la que sobrevive a una gran tradición que sembró la HJCK y la vieja Radio Nacional de Colombia, y que se mantiene fiel en el dial de FM, y ahora en internet”, anota Toledo.
Para celebrar este aniversario, la emisora acaba de poner al servicio su nueva página web, en la que además de emitir vía streaming su programación diaria, les ofrece a sus lectores novedosos espacios (véase recuadro).
Un baúl de recuerdos
Son muchos los personajes y las anécdotas que han pasado por los dos estudios de grabación de esta especie de oasis para los amantes de la denominada música culta, en donde reposa una colección sin igual de cerca de 12.000 discos compactos y otros 8.000 vinilos.
Así lo recuerdan algunos de los miembros del equipo de trabajo, como su subdirector, Rogelio Delgado, y el programador Orlando Ricaurte, quienes llevan vinculados 30 y 20 años, respectivamente, a este sueño cultural.
Ricaurte recuerda, por ejemplo, cuando los estudiantes se acercaban siempre que veían entrar al crítico musical Otto de Greiff, para que les ayudara con sus tareas, o una noche en la que recibió una llama inusual, para este tipo de estaciones.
“En un turno que me tocó en la noche me llamó una persona y me dijo que se quería suicidar. Comencé a contestarle amablemente y le dije: ‘si usted escucha esta emisora es porque es una buena compañía’. Y la persona me dijo: ‘es lo único que me tiene atado a la vida’. Luego se tranquilizó”, recuerda Ricaurte.
Acompañar al oyente, de manera respetuosa y amable, ha sido precisamente uno de los objetivos principales de este refugio radial de la cultura.
Sitio Web
FUENTE
www.eltiempo.com/entretenimiento/musica/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-13574716.html
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