Juan Antonio Sánchez | En Colombia, la payola no es ilegal porque no hay una ley que la prohiba. No es ética. Tal vez es inconstitucional, pues va en contra del artículo 13 de la Carta Magna: "Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley (...) El Estado protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan".
Con payola, música adelantada sí suena
LA PAYOLA, la práctica de pagar para que suenen ciertas canciones en emisoras, no es nueva. Los artistas dicen que hasta hay quienes pagan para que no suene la música de otro. Los directores de emisoras niegan su existencia.
John Saldarriaga | Medellín | Publicado el 16 de octubre de 2011
Dicen que el programador de la emisora abrió la boca para expresar: "deme dos millones de pesos y le hago sonar la canción tres veces diarias durante un mes".
De esta manera, señaló, era probable que el tema llegara al primer lugar en el gusto de los oyentes. "Si ellos lo siguen pidiendo, pues se queda en la programación".
Ya, a estos artistas, integrantes de una agrupación vallenata, el director de otra emisora les había dicho, tras recibir el disco: "y con cuánto se van a bajar del bus".
Porque ya la payola, el cobro por emitir la música, no es tan disimulado como en otros tiempos, explica el director de un sello discográfico. Y puede ser en dinero o en especie. A un artista le va bien cuando el director de la emisora no le cobra plata o con un viaje o le pone ante sus ojos la cuenta de los servicios públicos o la factura de las llantas del carro o le expresa la necesidad de darse un paseíto con la familia, sino que le "ofrece alternativas". Como un saludo. Sí, esos saludos tradicionales, especialmente en los vallenatos -"y allá en Buena Esperanza, a mi compadre Felipe Eljach y su bonita Cartagena"-, son a veces el pago de payola. Y puede no escucharse el nombre del director sino el de su esposa, sus hijos, los parientes que él diga.
Es que los artistas y promotores musicales son tajantes en este tema: "el que no paga, no suena".
"Bah, eso de la payola es un mito -responde John Jánder García, director de Olímpica Stéreo-. Sé que existió hace muchos años, pero hoy es mito". Y explica que a veces esos dos personajes, el artista y el promotor, confunden con payola la invitación que los directores de radio les hacen para que participen en actividades barriales que organizan las emisoras. Conciertos, partidos de fútbol. "A ellos les sirve porque se encuentran con sus seguidores, dan a conocer sus canciones, firman autógrafos. Y a nosotros, porque nos escuchan más". Y es enfático en decir: "pero si alguno se niega a estar en una actividad porque no quiere o no puede, no pasa nada".
García añade: "el que es bueno, suena".
Muy parecida es la opinión de Marlon Escobar, director de Radio Uno: está en contra de su práctica, dice, de la cual culpa a personas de radio que han llegado a ésta sin sentir amor por la profesión. Cuenta que en ocasiones la emisora realiza conciertos para sus oyentes e invita a algunos artistas y RCN les paga a éstos por su actuación. "Por ejemplo, hablamos con Jorgito Celedón. Él contesta: cobro 60 millones de pesos por una presentación. Nosotros le decimos, dejánosla en 40 millones para poder invitar a otros artistas, pagar el alquiler del sitio, el sonido, la policía; pero eso sí, se le paga".
Mecanismos de defensa
José Lopera, exbaterista de Equimosis y dueño de un estudio de grabación, confirma la existencia de la payola. No la califica de buena ni de mala. Sólo que es triste que exista, pues lo ideal fuera que los cantantes se abrieran paso por su talento.
"Es tan generalizada que resulta difícil de contener. Es como si uno quisiera contener un río. Más bien uno opta por sumergirse y hacer lo que la conciencia le dicte. Yo no pagaría".
Explica que esa práctica la inventaron las disqueras, cuando eran fuertes. Ofrecían regalos, viajes, a los difusores de la música. Ahora la tienen que sostener los artistas porque las disqueras se están quebrando a causa de la piratería de discos, de modo que se limitan a grabar la música y el artista se las arregla casi solo.
"Para defenderse de ese tráfico, los cantantes cuentan con las redes sociales. Difunden su música por facebook", explica Lopera.
Los cantantes y promotores dicen: "los pueblos son una belleza". Se refieren a que en emisoras de los municipios -especialmente las que no hacen parte de grandes cadenas-, no cobran payola por difundir la música.
Hace unos días, Rubén Blades habló en Medellín sobre el tema. Dijo que no es ilegal -salvo en algunos países, como Estados Unidos, donde se sanciona fuerte. De la voz gringa pay off law, pago fuera de la ley, es que viene el término payola-, pero que no es ético ni democrático. "No debe ocurrir en una democracia. No me parece correcto" y aseguró que él nunca ha pagado por hacer sonar un disco. Ni siquiera cuando estaba empezando, cuando compuso y grabó Pablo pueblo.
Alianzas
Fernando Valencia Henao, el director de Radio Reloj asegura que en Caracol no hay payola. "Aquí hay alianzas", señala. Éstas se parecen a lo que dice John Jánder, el de Olímpica, y Marlon, el de Radio Uno. "Es un convenio, con papeles firmados y todo, nada por debajo de la mesa, entre Caracol y una disquera o Caracol y un artista, para que se vinculen a las celebraciones que hacen nuestras emisoras. Ellos pueden hacer regalos para rifar entre nuestros oyentes. Por ejemplo, para noviembre próximo, cuando Radio Reloj cumplirá 60 años, estamos invitando a algunos artistas a hacer parte de la fiesta".
En cuanto a la forma cómo llegan los nuevos músicos a la radio, todos los directores coinciden en que no es fácil. Marlon dice que en su emisora no suenan cantantes nuevos, así de primera vez. "Les digo que deben ir escalando posiciones, sonando en pueblos, en otras emisoras incluso, que hagan trabajo de promoción. Que la radio es como el estudio: hay primaria, bachillerato y universidad. La radio es la universidad".
En los mundillos de la música, cuentan que la de Silvestre Dangond no suena porque no paga y que la del Binomio de Oro no está sonando porque no está pagando. "No -explica Escobar-. Son artistas de primer nivel. Pero Silvestre ha dicho que no cree en la radio y el Binomio no se ha podido organizar de un tiempo para acá".
Contrapayola
Si es odiosa la payola, es más deplorable la práctica de la contrapayola. Artistas que pagan para que la música de otro no suene en las emisoras.
Algunos promotores y artistas se quejan de que hay cantantes de música popular y de despecho cuya música se oye mucho en el Eje Cafetero y el Valle del Cauca, pero aquí no. Que algunos de los más reconocidos llegan a una emisora y dicen: "¿quién es esa mujer que suena ahí? Pues, te doy lo que sea para que no suene más". Y viceversa: artistas de esas regiones bloquean a los antioqueños de igual manera.
"Eso no es cierto -sale al paso Gabriel Jaramillo, director de Radio Cristal-. Es exageración. Ya había escuchado el comentario, pero no es verdad". Jaramillo asegura que la payola es falta de respeto con los artistas. "Yo, como director, no juzgo a un cantante; es el público. Si le gusta, lo pide".
De esta manera, señaló, era probable que el tema llegara al primer lugar en el gusto de los oyentes. "Si ellos lo siguen pidiendo, pues se queda en la programación".
Ya, a estos artistas, integrantes de una agrupación vallenata, el director de otra emisora les había dicho, tras recibir el disco: "y con cuánto se van a bajar del bus".
Porque ya la payola, el cobro por emitir la música, no es tan disimulado como en otros tiempos, explica el director de un sello discográfico. Y puede ser en dinero o en especie. A un artista le va bien cuando el director de la emisora no le cobra plata o con un viaje o le pone ante sus ojos la cuenta de los servicios públicos o la factura de las llantas del carro o le expresa la necesidad de darse un paseíto con la familia, sino que le "ofrece alternativas". Como un saludo. Sí, esos saludos tradicionales, especialmente en los vallenatos -"y allá en Buena Esperanza, a mi compadre Felipe Eljach y su bonita Cartagena"-, son a veces el pago de payola. Y puede no escucharse el nombre del director sino el de su esposa, sus hijos, los parientes que él diga.
Es que los artistas y promotores musicales son tajantes en este tema: "el que no paga, no suena".
"Bah, eso de la payola es un mito -responde John Jánder García, director de Olímpica Stéreo-. Sé que existió hace muchos años, pero hoy es mito". Y explica que a veces esos dos personajes, el artista y el promotor, confunden con payola la invitación que los directores de radio les hacen para que participen en actividades barriales que organizan las emisoras. Conciertos, partidos de fútbol. "A ellos les sirve porque se encuentran con sus seguidores, dan a conocer sus canciones, firman autógrafos. Y a nosotros, porque nos escuchan más". Y es enfático en decir: "pero si alguno se niega a estar en una actividad porque no quiere o no puede, no pasa nada".
García añade: "el que es bueno, suena".
Muy parecida es la opinión de Marlon Escobar, director de Radio Uno: está en contra de su práctica, dice, de la cual culpa a personas de radio que han llegado a ésta sin sentir amor por la profesión. Cuenta que en ocasiones la emisora realiza conciertos para sus oyentes e invita a algunos artistas y RCN les paga a éstos por su actuación. "Por ejemplo, hablamos con Jorgito Celedón. Él contesta: cobro 60 millones de pesos por una presentación. Nosotros le decimos, dejánosla en 40 millones para poder invitar a otros artistas, pagar el alquiler del sitio, el sonido, la policía; pero eso sí, se le paga".
Mecanismos de defensa
José Lopera, exbaterista de Equimosis y dueño de un estudio de grabación, confirma la existencia de la payola. No la califica de buena ni de mala. Sólo que es triste que exista, pues lo ideal fuera que los cantantes se abrieran paso por su talento.
"Es tan generalizada que resulta difícil de contener. Es como si uno quisiera contener un río. Más bien uno opta por sumergirse y hacer lo que la conciencia le dicte. Yo no pagaría".
Explica que esa práctica la inventaron las disqueras, cuando eran fuertes. Ofrecían regalos, viajes, a los difusores de la música. Ahora la tienen que sostener los artistas porque las disqueras se están quebrando a causa de la piratería de discos, de modo que se limitan a grabar la música y el artista se las arregla casi solo.
"Para defenderse de ese tráfico, los cantantes cuentan con las redes sociales. Difunden su música por facebook", explica Lopera.
Los cantantes y promotores dicen: "los pueblos son una belleza". Se refieren a que en emisoras de los municipios -especialmente las que no hacen parte de grandes cadenas-, no cobran payola por difundir la música.
Hace unos días, Rubén Blades habló en Medellín sobre el tema. Dijo que no es ilegal -salvo en algunos países, como Estados Unidos, donde se sanciona fuerte. De la voz gringa pay off law, pago fuera de la ley, es que viene el término payola-, pero que no es ético ni democrático. "No debe ocurrir en una democracia. No me parece correcto" y aseguró que él nunca ha pagado por hacer sonar un disco. Ni siquiera cuando estaba empezando, cuando compuso y grabó Pablo pueblo.
Alianzas
Fernando Valencia Henao, el director de Radio Reloj asegura que en Caracol no hay payola. "Aquí hay alianzas", señala. Éstas se parecen a lo que dice John Jánder, el de Olímpica, y Marlon, el de Radio Uno. "Es un convenio, con papeles firmados y todo, nada por debajo de la mesa, entre Caracol y una disquera o Caracol y un artista, para que se vinculen a las celebraciones que hacen nuestras emisoras. Ellos pueden hacer regalos para rifar entre nuestros oyentes. Por ejemplo, para noviembre próximo, cuando Radio Reloj cumplirá 60 años, estamos invitando a algunos artistas a hacer parte de la fiesta".
En cuanto a la forma cómo llegan los nuevos músicos a la radio, todos los directores coinciden en que no es fácil. Marlon dice que en su emisora no suenan cantantes nuevos, así de primera vez. "Les digo que deben ir escalando posiciones, sonando en pueblos, en otras emisoras incluso, que hagan trabajo de promoción. Que la radio es como el estudio: hay primaria, bachillerato y universidad. La radio es la universidad".
En los mundillos de la música, cuentan que la de Silvestre Dangond no suena porque no paga y que la del Binomio de Oro no está sonando porque no está pagando. "No -explica Escobar-. Son artistas de primer nivel. Pero Silvestre ha dicho que no cree en la radio y el Binomio no se ha podido organizar de un tiempo para acá".
Contrapayola
Si es odiosa la payola, es más deplorable la práctica de la contrapayola. Artistas que pagan para que la música de otro no suene en las emisoras.
Algunos promotores y artistas se quejan de que hay cantantes de música popular y de despecho cuya música se oye mucho en el Eje Cafetero y el Valle del Cauca, pero aquí no. Que algunos de los más reconocidos llegan a una emisora y dicen: "¿quién es esa mujer que suena ahí? Pues, te doy lo que sea para que no suene más". Y viceversa: artistas de esas regiones bloquean a los antioqueños de igual manera.
"Eso no es cierto -sale al paso Gabriel Jaramillo, director de Radio Cristal-. Es exageración. Ya había escuchado el comentario, pero no es verdad". Jaramillo asegura que la payola es falta de respeto con los artistas. "Yo, como director, no juzgo a un cantante; es el público. Si le gusta, lo pide".
FUENTE: Con payola, música adelantada sí suena http://bit.ly/oGAg90
Via Yimber Gaviria, Colombia
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